Instrucciones de Trabajo Estandarizadas (SWI) son instrucciones diseñadas para asegurar que los procesos son consistentes, oportunos y repetibles.
A menudo las SWI se imprimen y colocan cerca de la estación de trabajo del operario.
Los objetivos y resultados reales de la utilización de las SWI son mejoras en:
Producir las SWI y toma tiempo y esfuerzo, así como un pequeño costo por la impresión. Por lo tanto deberían plantear los pasos óptimos para realizar un proceso.
Las SWI son el resultado lógico de otras iniciativas de mejora de proceso. También son útiles en proyectos posteriores de mejora de proceso – pueden ahorrar tiempo al entrevistar operarios en un proyecto Proveedores-Entradas-Procesos-Productos-Clientes (SIPOC), por ejemplo.
Sin las SWI, los operarios y sus supervisores deben confiar en la memoria colectiva para continuar realizando un proceso de manera óptima. Las SWI no sustituyen la capacitación inicial, pero si refuerzan lo que se ha aprendido.
Las siguientes características ilustran métodos comunes actualmente en uso:
Existe un poco de discusión sobre si las Instrucciones de Trabajo Visuales deberían estar "en la cara" del operario o simplemente lo suficientemente cerca para servir de referencia:
Es importante revisar y actualizar periódicamente las SWI para cada tarea. Una organización que utiliza el enfoque kaizen de mejora continua creará mejores formas de hacer las tareas. Uno de los aspectos de la implementación de estas mejoras es mediante la actualización de las SWI.
Las Instrucciones de Trabajo Estandarizadas apoyan el procesamiento óptimo consistente mediante todos los operarios.
Las SWI, especialmente las Instrucciones de Trabajo Visuales, proporcionan una forma conveniente para que los supervisores revisen las acciones de los operarios.
Las SWI proporcionan memoria corporativa de las mejores prácticas.
Las SWI proporcionan información actualizada, complementando cualquier programa de capacitación constante.
Oskar Olofsson